Social generation

Hace mucho tiempo que no escuchaba la frase Carpe Diem, que traducida al castellano viene a ser como «aprovecha el momento». Y de repente, en las dos últimas lecturas con las que me pongo, me sale este concepto.

Cada día me está sorprendiendo más el pensamiento de Montaigne. Ayer me metí en la cama después de leer un desasosegante capítulo en el que habla de la muerte. Lo trata de una forma clara, como si estuviese conversando con ella, sin tabúes, como una cosa que tiene que llegar y lo puede hacer en cualquier momento. Y cuando llega ya no tiene vuelta atrás. Lo que no hayas vivido no lo vas a volver a vivir. Cuando morimos todo se muere con nosotros.

Después de leer este capítulo te das cuenta de lo poco que pensamos en la muerte y en lo frágil que es nuestra vida. El fin de semana pasado, un chico de 32 años moría en los Pirineos al caer por una pendiente. La de ilusiones, ideas y proyectos que tendría ese chico. Y no van a poder realizarse. La muerte se lo ha llevado sin tocar primero a su puerta.

Mientras escribo siento un escalofrío ya que, en nuestra cultura, hablar de la muerte es tabú. No me siento cómodo. Nadie quiere afrontar un hecho que tiene que llegar pero que a nadie le gusta. Si pensásemos más en ella, igual disfrutaríamos del presente de otra forma. Al no darle vueltas al tema, parece que no existe o que llegará cuando seamos viejos.

Cada uno puede hacer una interpretación de «carpe diem «. Los rockeros tienen o tenían, más bien, el lema de «vive rápido y muere joven». A mí me gusta más el concepto de «aprovecha cada día porque ya no va a volver», disfruta donde estés de cada momento. No somos dueños de nuestras vidas porque casi ninguno hacemos lo que nos gustaría pero eso no tiene que ser un problema para disfrutar de lo que hagas. Eso sí, tenemos que cambiar nuestro chip. Hay que intentar encontrar ese algo que te puede ayudar a ser feliz en el día a día: la familia, los amigos, los compañeros de trabajo, el momento del café. E intentar disfrutar de lo que estás haciendo porque es lo que estás haciendo y en ese momento no te queda otro remedio.