Social generation

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Leo en el libro de Gerald Zaltman, «Cómo piensan los consumidores»,  las 10 teorías «que nos liberan de la manera de pensar convencional cuando ésta demuestre ser ineficaz». Y quiero compartirlas con vosotros:

1- Favorezca la inquietud y no el conformismo (el conformismo es cómodo, pero fomenta pocas innovaciones)

2-Pregúntese por la vaca del cuerno partido (qué es lo que hace diferente a algo. Seth Godin habla de la «vaca púrpura»)

3-Juegue con datos fortuitos (a veces, un dato que se sale de lo normal no es anormal. Puede que sea el inicio de «algo»)

4-Piense que las conclusiones son puntos de partida.

5-Quédese anticuado (siga el principio de los niños: «si no está roto, rómpelo». Porque cuando crecemos, nos dicen: «si no está roto, no lo toques»)

6-Deje de ordeñar siempre la misma vaca

7-Alimente una fría pasión («la pasión-o emoción- por las nuevas ideas alimenta el pensamiento creativo, mientras que la frialdad-la razón- aprovecha su energía»)

8-Tenga el valor de sus propias convicciones

9-Haga preguntas genéricas (o no genéricas, pero haga y hágase preguntas)

10-Evite descartar algo prematuramente

Como sabiamente aconsejan, «deje de lado cualquier escepticismo inicial, pero no siga estas prácticas a ciegas. Evalúe lo apropiada que cada una es para su propia situación y adapte las reglas a su propio estilo».

Amén.

Made in China, Made in Germany, Made in Japan, Made in USA… Todas son etiquetas de valor de un producto/servicio. Si buscamos un producto de calidad pero vemos que en la etiqueta o en el producto pone Made in China, retorcemos un poco el gesto e igual lo dejamos otra vez en la estantería. Si en cambio vemos Made in Germany, la sonrisa aflora a nuestra cara y te vas orgulloso, siempre que hayas comprobado lo que vale.

La imagen de marca de un país o región sirve de paraguas para sus productos y servicios. Durante muchos años hemos visto cómo se etiquetaban a las diferentes regiones del mundo con adjetivos. Es lo que llamamos estereotipos. Podemos decir que es el posicionamiento de un lugar. La imagen que se crea en la mente. Vasco=trabajador, andaluz=vago, catalán=tacaño, madrileño=chulo, navarro=terco, alemán=cabeza cuadrada, inglés=puntual…

Hace mucho tiempo, el vasco tenía fama de “serio, trabajador y cumplidor”. Ése era su posicionamiento. Recuerdo cuando jugaba a fútbol y los equipos de la segunda división venían a fichar jugadores vascos, porque decían que eran trabajadores y serios. Con el paso de los años, este posicionamiento se ha ido diluyendo y la globalización también ha hecho mella. Cada vez somos más parecidos a los demás. Pero la imagen que hemos creado es difícil de perderla de un año para otro. Así que esa marca de seriedad y trabajo sigue en la mente de las personas.

Decir ingeniería alemana es sinónimo de calidad. Entonces, ¿por qué nuestro mayor importador de máquina herramienta es Alemania? Si su producto es el mejor, ¿por qué nos compran a nosotros lo que mejor saben hacer ellos?

¿Le hace falta a la industria vasca venderse mejor? Posiblemente. ¿Cómo hacerlo? Creando imagen de marca de país y que sirva de paraguas para sus productos y servicios. El posicionamiento ya está creado. Y es el mejor de todos, porque los atributos nos los han puesto las demás personas, regiones y países: serio, trabajador, cumplidor. Explotémoslo. Comuniquémoslo. No me estoy refiriendo sólo a una campaña de publicidad. No. Utilicemos las relaciones públicas para excarvar y hacernos un hueco en el cerebro de las personas. Seamos imaginativos. Innovadores también en la comunicación. Ha costado mucho tiempo escribir con fuego en la mente de las personas esa imagen. Tenemos un reto. Profundicemos. Como puso de moda Barack Obama en su campaña hacia la presidencia: «Yes, we can».

«Bai, ahal dugu»

Leía el otro día en la contraportada de NOTICIAS DE GIPUZKOA, una noticia sobre las propuestas de la empresa KUKUXUMUSU para San Fermín.

Casualidades de la vida, hace unos días también leía un informe en pdf sobre ellos (no pongo el link porque no sé de dónde lo bajé :)). El título era el siguiente: «KUKUXUMUSU, INNOVACIÓN EN EL MUNDO DEL SOUVENIR». Contaba la curiosa historia de la creación de la empresa y cómo habían ido creciendo poco a poco en un mundo en el que todo estaba hecho.

En un análisis rápido de KUKUXUMUSU encontramos un poquito de suerte, talento, visión-innovación, aderezados de mente abierta. Me llamó la atención las palabras de uno de sus fundadores, Koldo Aiestaran: “Los valores que nos mueven hoy son los mismos que nos pusieron en marcha hace dos décadas. Quizá por eso tenemos tan poca rotación laboral: en 20 años sólo se han marchado de la empresa dos personas”.

Lo que hacen muy bien estos chicos es la generación de contenidos, expresión muy utilizada hoy en día pero que tiene más de 100 años. Antes la conocíamos como Relaciones Públicas. Y esta generación de contenido ayuda a posicionar su marca en la mente del consumidor. Una marca fresca, innovadora, con valores, con una fuerte identificación de sus dibujos y un nombre difícilmente pronunciable pero que, según ellos, fue puesto a propósito para que no se olvidara nunca.

En estas fechas sanfermineras, siempre tienen presencia, ya que una de sus señas de identidad es la de su unión con su ciudad y su fiesta: Pamplona y San Fermín (ellos nacieron vendiendo camisetas en San Fermín para pagarse los días de fiesta). Para este año, por ejemplo, han realizado una camiseta en 3D, de la que sólo han producido 40.000 unidades. Además, han lanzado, de la mano de Eroski, una bebida especial para las fiestas: Kulumutxu, que es el Kalimotxo de toda la vida pero con un toque a limón.

Pero años anteriores han querido estar presentes en los medios de comunicación con ideas como el «Guiri day», que son los premios a los guiris más destacados para KUKUXUMUSU. O el «Jai Day», que es un día de fiesta en la que se homenajea a otra población donde se celebre otra gran fiesta. El año pasado el galardón fue para Buñol. Y este año, el premio va a parar a Múnich.

Como siempre, un toque de humor para todo lo que hacen. Porque la innovación también puede ser divertida.

Linkedhitz es un palabro que surgió después de la primera kedada que tuvimos hace como unos dos meses en las campas de Zarautz. Linkedhitz es la suma de Linkedin + hitza (palabra).

Como decía, hace unos dos meses, Ana Aranda, zarautztarra y directora general de SAPtalde, propuso desvirtualizarnos («palabra muy de moda entre los padres con hijos pequeños, que nos tragamos todos los capítulos de Código Lyoko») a todos los que participábamos en el grupo de Linkedin de Innobasque. Naiara Perez de Villareal, la cara de Innobasque para nosotros, recogió el guante lanzado por Ana, y cogió el toro por los cuernos para darle continuidad.

La convocatoria tuvo una buena acogida por parte de algunos miembros de este grupo. Doce personas acudimos a esa primera cita del Linkedhitz. Mikel Iridoi, Francisco Bodego, Ana Aranda, Txema Iparragirre,  Jose Mª Maté, Jose Navarro, Patricia Nuñez, Miguel Colmenero, Andoni García, Naiara Perez de Villareal, Mikel Sánchez y un servidor.

La cita, como decíamos, un merendero que hay a la entrada de Zarautz. Un sitio diferente a lo que estamos acostumbrados en los «eats & twitts», «cava & twitts» o las jornadas que hacen los organismos públicos. Pero creo que fue uno de los éxitos de que nos encontrásemos tan a gusto. Y de que saliese mi amistad, por ejemplo, con @himikel, un emprendedor con las ideas muy claras de cómo tiene que ser su proyecto. Cada uno venía de un sector diferente, con unas ideas sobre innovación diferentes, con conceptos de lo que debe ser la empresa, diferentes. Pero lo que nos unía eran las ganas de conocer y compartir conocimiento. En resumen, gente maja, con ganas de seguir aprendiendo, de conocer, de cambiar. Ésa fue mi sensación.

Esta tarde tendremos la 2ª kedada del Linkedhitz. Y gracias a que @himikel y Naiara han insistido en que la filosofía de los Linkedhitz tiene que ser en espacios abiertos y con entornos de naturaleza, iremos al merendero de Akarlanda (Loiu). Parece que esta vez se ha animado más gente. Y el tiempo también nos acompañará. Nos vemos.

Hay una secuencia en las películas con persecución policiaca que me gusta mucho: «siga a ese coche». Y no sólo a mí, porque hay una grupo en Facebook que es siempre he querido subir a un taxi y decir:¡siga a ese coche!

Me hace mucha gracia porque a mí hace unos años me dieron un consejo diferente

– No sigas a ese coche.

Es una frase que se me ha quedado grabada. Me la dijo Jose Balciscueta cuando íbamos a aparcar el coche después de estar cansados de dar vueltas sin ver un solo hueco. Jose es primo de mi mujer y un hombre con mucho mundo. No por los sitios que ha conocido (no le gusta mucho abandonar Bilbao) sino por los trabajos que ha tenido (funerario, segurata en un casino, camionero de obra…). Jose tiene mucho sentido común. ¡Qué buen estratega se ha perdido el marketing!

– La probabilidad de que encuentres sitio detrás de ese coche es mínima. Coge la siguiente bocacalle.

Es uno de los mejores consejos que he recibido. No sólo porque he encontrado aparcamiento más rápidamente otras veces :). También porque me gusta aplicarlo a la vida y a mi trabajo, aunque no es fácil conseguir que te hagan caso. Sigue tu camino y encontrarás tu hueco. Si sigues el mismo camino que los demás, los que van antes que tú encontrarán los huecos que haya. Intenta buscar caminos diferentes para encontrar tu propio espacio.

El slogan de Apple es «Think different». Es un slogan que ellos mismos se aplican y no les va nada mal. ¿Qué hubiese pasado si hubiesen seguido al coche de Microsoft?

Miguel es un hombre pausado, que te mira a los ojos, que transmite sinceridad. Sabe hablar. Sabe utilizar el cuerpo. Los gestos. Las manos. Tiene mucha escuela. Miguel ha sido responsable de Recursos Humanos en España de una de las empresas de ascensores más importantes del mundo. Ha viajado por toda la península dando charlas a los empleados de esta empresa, diseminados por casi todas las capitales de provincias. Ha colaborado con la Cámara de Comercio de Gipuzkoa. Con la UPV. Con la Diputación. Se ha enfrentado con problemas gordos. Paros. Huelgas. Tiene un currículo espectacular. Pero tiene un problema. Bueno, él no tiene el problema, lo tenemos nosotros. Acaba de jubilarse.

A Miguel lo conocí hace unos días. Imanol Apalategui, presidente de la Fundación Etiopía-Utopía, de la que ya os he hablado y de la que me enorgullezco de pertenecer, nos convocó a todos los voluntarios para que nos conociésemos y empezar a poner los cimientos de la nueva estructura. Miguel va a colaborar en lo que sabe, recursos humanos, y allí donde le digan. Es un hombre voluntarioso y con ganas de hacer cosas.

Una semana después fue la presentación. Allí estaba Miguel. Con un pelín de verguenza, me acerqué a él y le agradecí que participase en el proyecto. También aproveché para felicitarle por su currículo. Estuvimos hablando cerca de 10 minutos porque el ajetreo de la presentación nos impidió estar más rato. Pero la conclusión que saqué es que estamos desaprovechando el conocimiento y la experiencia de este hombre. Y como éste, de muchísimos otros. Y ellos, por otra parte, se encuentran con ganas y capacidad para compartir sus años de experiencia.

Las empresas deberían de aprovechar ese cluster de jubilados con capacidad para transmitir su «sabiduría». Al fin y al cabo, puede haber cambiado mucho la tecnología, pero el comportamiento humano no cambia tanto. A todos nos vendría de maravilla el aprender de alguien que tiene 30 ó 40 años de experiencia, que ha pasado por lo que tendremos que pasar nosotros, de una u otra forma.

Aprovechemos este «know-how». Saquémosle provecho. Igual no todo nos vale. Estoy convencido de que una gran parte sí.

Yo tengo pendiente una llamada a Miguel para charlar tranquilamente dando un paseo y seguir aprendiendo de él.

Tengo un amigo que en sus años mozos tocaba en un grupo de rock. Era el bajo. Todavía lo sigue siendo :D. Ensayaban 2 ó 3 veces por semana en un local desvencijado a las afueras del pueblo. Daban algunos conciertos y tenían un pequeño grupo de fans que les seguía. ¿Cómo se enteraban de su música? Se grabaron una maqueta en cinta, que la iban vendiendo dejando en los bares del pueblo. Ésa era la forma de seguir a los grupos minoritarios. Los conocías si eras del pueblo y te encontrabas con su cassette en el bar.

Hace ya unos cuantos días, jugaron el Villareal y el FC Barcelona. El partido es lo de menos. Para los del Barça, deciros que ganó 1-3. Ya lo recordaréis. El único gol del equipo castellonense lo marcó Joseba Llorente. Para celebrarlo, se levantó la camiseta amarilla y se pudo ver un mensaje: Beti Mugan.

Según la crónica de EL DIARIO VASCO: «Beti Mugan fue, es, un grupo musical de Hondarribia. Nació a finales de los ochenta y dejó su actividad a mediados de los noventa. Era, es, un grupo idolatrado en Hondarribia, admirado por la crítica musical y muy poco conocido fuera de ‘A fishing town’ (un pueblo pesquero), el título de una de sus canciones. En 2004, el grupo volvió a juntarse para ofrecer dos conciertos y el gusanillo sigue rondando, porque cuatro de los seis componentes originales han vuelto a coger los bártulos hace unos meses, han ofrecido un par de conciertos en ‘petit comité’ y estarán el día 14 en el festival iKultur que se celebrará en Ficoba, Irun.»

Beti Mugan era un grupo parecido al de mis amigos. Casi parecido, porque al grupo de mi amigo no lo conocía la crítica 🙂 Ahora, ves ese mensaje o lees el periódico al día siguiente y vas a internet. Buscas Beti Mugan y puedes escucharles a través de Lastfm, leer su biografía en la wikipedia e ir a su página propia en Myspace (que por cierto, tiene 21.000 visitas, varias veces la población de Hondarribi). O puedes leer algún blog para saber qué opinan de este grupo.

¿Qué hubiera pasado si Joseba Llorente hubise hecho el mismo gesto en los 90? Pues posiblemente EL DIARIO VASCO hubiese publicado la misma noticia pero se hubiese quedado ahí. Alguno más de Hondarribi o Irún se hubiese enterado de que existía el grupo. Y podían haber vendido 20 ó 30 entradas más en el siguiente concierto.

Como comentábamos el otro día en el post sobre cómo inocular un virus, el conocimiento del grupo (el contagio del virus, por así decirlo) ha venido de un hecho off line (el acto de que Joseba Llorente escribiese en su camiseta el nombre del grupo), pero BETI MUGAN tiene preparado el camino para que el mensaje se propague por el cuerpo (internet y redes sociales) a una velocidad mayor.

BETI MUGAN no se convertirá en un grupo de éxito a nivel mundial. Posiblemente tampoco lo busca. Pero gracias a las redes e internet, es más fácil conocer a un grupo hiperlocal, seguirlo, escuchar su música y poder saber cuándo tocan en tu pueblo o ciudad para ir a verlos.

Hoy, todos tenemos al alcance las herramientas para generar contenido. Internet ha democratizado la cultura. Aunque muchos quieren verla como a Lucifer. Como dijo Alexis Carrel: «Lo mismo que un río: el hombre es cambio y permanencia».

A diferencia de años anteriores, cualquier empresa puede darse a conocer gracias a internet y las redes sociales. Sólo hace falta tener ideas. El precio se ha reducido tanto que, en muchos casos, el coste es el tiempo de dedicación.

No creo que el grupo de mi amigo quiera repetir los pasos de BETI MUGAN. En un acto de ira por no vender ningún cassette, las quemaron todas en la hoguera de San Juan. No recuerdo el año. Sí recuerdo la borrachera posterior.

reto

  1. m. Desafío:
    aceptó el reto y peleó contra él.
  2. Cosa difícil que alguien se propone como objetivo:
    dejar de fumar fue todo un reto

La palabra reto suena mal. Sólo tiene dos consonantes y son de las más duras del abecedario. Es una palabra seca. Cortante. Poco agradable al oído. E incluso a la vista: re to. No gana ni en mayúsculas: RE TO. Pero qué bien sabe. Y su olor… Ummmmmmmmmm Cuando lo estás preparando… Fuego lento. Con ese chup chup en tu cerebro. Lo pruebas…

– Falta un poquito más de objetivo. Pero no te pases, que luego te hace daño.

– ¿Un chorrito de pasión?. Sí, sí. Echa, echa. Es la clave.

-¿Talento? Si tienes, siempre quedará mejor…

No hay nada como un reto cocinado por ti mismo. Sólo delante del fuego. Feliz. Tú decides las cantidades exactas. Y el tiempo que necesitas de cocción. La preparación es tan deliciosa o más que la degustación.

Pero cuánto se tarda en preparlo y qué poco en comerlo.

Ah, y acordaros de fregar todo. Que hay que volver a cocinar mañana.

🙂

El otro día leí una entrevista en EL DIARIO VASCO al presidente de la Asociación de Máquina-Herramienta, Koldo Arandia. El titular era el siguiente: «El nuevo escenario obliga a fabricar también máquinas más simples y baratas». Al leerlo, me dije, coño, la teoría de la innovación disruptiva que comenta Álvaro González-Alorda en su libro «Los próximos 30 años». O igual no. Igual han llegado a esa conclusión por otras vías. Lo que aquí quiero explicarles es, brevemente, la teoría de la innovación disruptiva, del profesor de la Harvard Business School, Clayton Christensen. Según su libro «El dilema del innovador», «la forma más efectiva de establecer una presencia en los nuevos mercados es creando una organización autónoma, un negocio nuevo e independiente, que explote la nueva tecnología y desarrolle nuevos clientes en torno a ella».

La teoría de la innovación disruptiva viene del concepto de tecnología disruptiva. Los cambios tecnológicos afectan a las empresas y quienes no se adaptan porque dominan la situación en ese momento, pierden el mercado. Hay muchos ejemplos a lo largo de la Historia. A nadie le gusta cambiar. Hay una frase de Maquiavelo, en el libro de González-Alorda, que lo deja bien claro: «no hay nada tan asimétrico como querer cambiar el orden de las cosas en la sociedad. Aquellos que proponen un nuevo orden tendrán la férrea oposición de los que les ha ido bien y la tibia adhesión de los que les puede ir bien en el nuevo. Como dice mi querido Julen Iturbe, el suelo se está moviendo.

Un ejemplo de mi propia cosecha

Yo, que entiendo poco de muchas cosas porque no paro quieto, conozco algo del mundo de la publicidad, que es donde me muevo. La evolución de este sector también ha cambiado con la llegada de la tecnología. Como todos. Internet ha supuesto una revolución. Muchas agencias no se subieron al carro. Perdieron la oportunidad de ser punteras. Algunas otras lo aprovecharon y a través de eso fueron creciendo dentro del cliente para, en muchos casos, quedarse con toda la cuenta. Ahora llegan las Redes Sociales. Otro gran movimiento. Y que es una evolución del anterior.

Con la llegada de las páginas web, todos podíamos tener nuestra tienda on line. Muchos la desecharon porque no era fácil vender (posicionamiento en buscadores, publicidad on line para que te encuentren, compra on line en pañales…). Pero poco a poco el mundo de las redes sociales y los nuevos sistemas tecnológicos de acceso a la red (iphone, ipad y compañía) están animando a consumir más internet. Y a llegar a él en otros casos. Además, ya no tenemos tanto miedo a dar los datos de la tarjeta para comprar. Se empiezan a ver casos de éxito de gente vendiendo por Internet a pequeña escala, como el de Bere Casillas (un tío que desde su sastrería en Granada vende 400 trajes mensuales). Esto viene a decir que hay un nuevo mercado, el del pequeño-mediano cliente que tiene (o puede tener tienda on line) y que se puede dar a conocer a  través de las redes sociales diferenciándose del resto y ampliando su mercado.

No son grandes mercados, pero son pequeñas gotas que pueden ir llenando nuestro cubo. Fijaros en todas las empresas de máquina herramienta que existen, o Pymes de 50-100 trabajadores que antes no podían acceder a tener una página de publicidad en el periódico o a un spot en televisión, y que se tenían que conformar con buzonear folletos de vez en cuando. O sólo poner una cuña en una radio local para que les escuchasen 1000 o 2000 personas sin segmentar.

Ya, me dirán algunos, ¡y ahora a gastar más en publicidad para estar en redes sociales, internet…! No. Cambiemos el enfoque de nuevo. Arriesguemos desde las agencias. Innovemos. ¡¡Cómo!! Facturemos en función a objetivos. Tú ganas. Yo gano contigo. Seamos transparentes. Confiemos. Vayamos de la mano para ganar. Si tú me dejas, yo te ayudo. Y si ganas, yo gano. Me esforzaré hasta la extenuación. Porque cuanto más ganes tú, más gano yo. Confiemos el uno en el otro.

No sé si ha quedado claro u oscuro qué es la innovación disruptiva. Tampoco sé si es la mejor fórmula. Mala, por lo menos, no es.

Según la wikipedia: «TED (Tecnología, Entretenimiento, Diseño, del inglés: Technology, Entertainment, Design) es una organización sin ánimo de lucro dedicada a las «ideas que vale la pena difundir» (del inglés: Ideas worth spreading)». Sólo con ese claim, ya me lo han dicho todo. Ideas que vale la pena difundir. Ideas que están cambiando el mundo. Ideas que te ayudan a cambiar el mundo. Ideas que te ayudan, en definitiva. En TED han hablado casi todos los grandes y de casi todas las disciplinas. Son presentaciones de 20 minutos, normalmente preparadas de forma genial (sin leer las presentaciones, como hacemos aquí normalmente), apasionantes, ilustrativas, aprovechables al 100%. Geniales. Exquisitas. Deliciosas. Además, la mayor parte están subtituladas a diferentes idiomas, el español incluido. Sólo hace falta navegar un poquito para encontrar lo que quieres.

Pero detrás de toda genial idea hay una historia inspiradora, como la de Chris Anderson, que en estos momentos lleva las riendas de TED. Chris Anderson recibió los derechos de las conferencias de manos de su fundador, Richard Saul Wurman. No os cuento nada más, porque él lo cuenta mejor que nadie. Además, para eso, los americanos son muy, muy buenos.

Lo que vengo a decir con este tema es que el conocimiento está al alcance de nuestra mano de forma más accesible que nunca. Que podamos escuchar los discursos de gente que tiene algo que decir en el mundo, sólo con ir a You Tube es algo extraordinario. No deberíamos desaprovecharlo de ninguna manera. Debería ser obligatorio en cada empresa dedicar cada día 20 minutos a ver un vídeo  de TED. Da igual la temática, porque al final todos son inspiradores. Siempre hay una persona detrás que cuenta una historia.

Como decía ayer, más TED y menos TWITT. Bueno, que la gente haga lo que le dé la gana.

Por cierto, TED es una entidad sin ánimo de lucro, aunque si quieres ver sus charlas en directo te costará más de un lucro. Pero están en You Tube y en ITunes. GRATIS


diegopoloroman76@gmail.com

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